Enrique Herbert nos señala los 5 grandes debates en el sector vitivinícola
José Enrique Herbert Pucheta, profesor asociado a la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Jefe de la Delegación Científica de México ante la Organización Internacional de la Viña del Vino (OIV).
En esta Master Talks para The Food Tech nos plática sobre las principales discusiones que existen dentro de la industria vitivinícola.
El especialista aborda diversos aspectos:
- Qué tan precisa es la información que contiene una etiqueta de vinos
- Qué tipo de ambigüedades podrían estar o no estar expresadas en la etiqueta
- Cuáles son las áreas de oportunidad
- Qué sucede dentro de la esfera del etiquetado con el uso de la ciencia y tecnología
- Cuál es la participación de los diferentes estados miembros que pertenecen a la OIV
- Beneficios para el consumidor internacional
“Hoy solo se cuenta con información básica en el etiquetado de vinos, sin embargo, hay algunas ambigüedades que los consumidores tienen derecho a conocer, como los ingredientes, cantidad de etanol, tipo y cantidad de azúcares”, apunta Enrique.
Retos y discusiones en la industria del vino
Actualmente la definición de aditivos y coadyuvantes alimentarios se traduce en una discusión completamente polémica, sobre todo, en las definiciones de un aditivo y un coadyuvante.
Otro reto o tema que resulta polémico es saber los límites máximos que pueden tener los metales pesados como el plomo debido a sus repercusiones en materia de salud. Por ello, es importante revisar y actualizar las normas vigentes en México y en los estados miembros de la UE.
En ese sentido, la técnica de resonancia magnética nuclear permite brindar información sobre la codificación, lo que hoy se empieza a conocer como la huella del vino.
La huella del vino no es otra cosa más que trazar la mayor cantidad de sustancias químicas que puede tener una cuestión eneológica. Esta tecnología desarrollada en México ya se empieza a utilizar en al menos todos los estados miembros de la OIV.
Otro tema central es la adopción de un etiquetado universal, es decir, un U-label, el cual se define con una especie de código de barras en donde el consumidor podría tener acceso a toda la información fisicoquímica.